Las últimas precipitaciones, caídas en la isla, han sido una "bendición". Es notable en la naturaleza: el crecimiento de las plantas, la atmósfera mas limpia y clara, la fragancia del bosque y la carga energética que supone estas lluvias, a las que yo les atribuyo unas propiedades "especiales".
Existe una
gran diferencia entre el agua de lluvia y el agua del pozo. Las plantas crecen
y se hacen más fuertes con el agua caída del cielo y hay quien dice que contiene
mayor cantidad de nitrógeno, el ph es más
bajo, tiene menos sales, no contiene cloro (agua potable) y limpia los estomas
de las hojas.
Ante algo así, uno no puede dejar pasar la oportunidad de "ordeñar las nubes" y recoger en el aljibe tan preciado liquido. En pocos días he podido almacenar 30 metros cúbicos, un auténtico regalo del cielo.
Nubes
Aljibe
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