viernes, 17 de octubre de 2014

Izar, Pintxo y Eguzki.


Izar


Pintxo


Eguzki

Déjame contarte, porque de eso sé algo. He tenido cinco perros, así que calcula. Y no hay nada en el mundo como ellos. No hay compañia más silenciosa y grata. No hay lealtad tan conmovedora como la de sus ojos atentos, sus lengúetazos y su trufa próxima y húmeda. Nada tan asombroso como la extrema perspicacia de un perro inteligente. No existe mejor alivio para la melancolía y la soledad que su compañía fiel, la seguridad de que moriría por ti, sacrificándose por una caricia o una palabra. He dicho muchas veces que ningún ser humano vale lo que un buen perro. Cuando uno de nosotros muere, no se pierde gran cosa. La vida me dio esa certeza. Pero cuando desaparece un perro noble y valiente, el mundo se torna más oscuro. Más triste y más sucio.
Arturo Peréz-Reverte. 

sábado, 11 de octubre de 2014

Dulce de membrillo

Con la llegada del otoño, recogemos la cosecha de  membrillos y  preparamos la dulce "ambrosía".

El proceso es sencillo.

Lavar con agua los frutos, frotar para quitar la pelusilla; partirlos, quitarles el corazón, las pepitas y trocearlos. Posteriormente en una olla a presión poner un dedo de agua, introducir los trozos y  al fuego hasta que salga vapor.
Posteriormente escurrir y pasar con la batidora.

En otra cazuela poner por kilo membrillo un kilo de azúcar y el zumo de un limón. Añadir una rama de canela y las pepitas de limón en una bolsita de tela. Cocinar a fuego lento y remover continuamente la mezcla con una cuchara de madera, hasta que espese.

Ponerlo en recipientes, en nuestro caso, hemos añadido nueces troceadas al dulce de membrillo.

"Truco del almendruco": Una vez que esta frío, añadir un buen chorretón de brandy (antiguamente se añadía para que no le atacaran las moscas) tiene un sabor especial.

Parte de la cosecha.

"Brikoman" ataca de nuevo (III)

Después de unos meses, muy atareado, retomo el blog. Esta vez para mostrar mi nuevo "expendedor de lechugas".
Recojo en una tienda de suministros, una caja de madera (de una bomba de agua) que la iban a tirar  y la reciclo, le doy una capa de aceite de teca, impermeabilizo el interior con un plástico negro y  la relleno con turba (total 9 "Euripides");  ya tengo un habitáculo donde plantar  lechugas.


La coloco  en el lado sur de la casa, junto a la ventana de la cocina. Solo tienes que alargar la mano para obtener una  lechuga bien fresca y jugosa.


16 Lechugas: Francesa, Romana y hoja de roble.


Lado sur de la casa.